He de reconocer, que el día de la presentación de este nuevo método de reproducción del Arte, sentí una gran curiosidad e incluso esperanza de que por fin un medio de reproducción artístico al modo de entenderlo Walter Benjamin en su obra ''La obra de arte en la era de su reproducibilidad técnica" (1936), pudiera emular el contacto directo con la obra de Arte, su luz, color, olor, tacto, etc; pero cuando penetré en los entresijos de Las Meninas, de repente me di cuenta del intento infructuoso de este experimento. De todos modos no creo que las personas que han ideado esta nueva forma de deleitarnos con la pintura, persigan la sustitución de la contemplación directa por sus fotos digitales de alta resolución.
Lo positivo de todo esto es el acercamiento de cualquier ser humano al deleite detallado de grandes obras maestras, así como, para los que amamos el Arte, permitirnos pasarnos más horas de las permitidas por un museo contemplando una obra en detalle virtual, y sobre todo, no tener que soportar a un cuidador de sala no permitirnos el acercamiento a un cuadro.
En resumen, gracias Google y Prado por acercarnos un paso más al milagro.
Entradas
