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miércoles, 20 de mayo de 2009

Cuando el "cine de ficción" es obra de arte

Estamos muy habituados a calificar como arte a muchas manifestaciones que realmente no lo son, sobre todo en el terreno del cine, donde a diario se estrenan producciones que sólo pretenden batir algún record de taquilla.

Pero de vez en cuanto surge la grata sorpresa de vernos ante un film donde el argumento vampírico aunque muy trillado, es totalmente novedoso en cuanto a su enfoque, la estética "romántica/gótica" es cautivadora, y la tensión argumental no decae en ningún momento; este milagro artístico se titula "Déjame entrar".



Os la recomiendo.

viernes, 1 de mayo de 2009

1º de mayo y fuga de cerebros en España

Ante la celebración de esta conmemoración laboral en una España que es pasto de las llamas furibundas del paro y la incapacidad política sempiterna de reformar la estructura económica del país, quiero rendir homenaje a dos de los tantos compatriotas que se han visto obligados a buscarse la vida y sus proyectos artísticos en otro país.
A mediados de los 90´s compartí buenos momentos con Ricardo Climent (compositor de música electroacústica) e Ima Picó (artista plástica) en su casa rural de la huerta valenciana, donde nos reuníamos junto con otros amigos para debatir sobre nuestras inquietudes profesionales en el mundo del arte y la esperanza de poder desarrollarlas en nuestro país. Fueron días de impulso creativo en forma de debates (Klub do Pensamento) y composiciones musicales de Ricardo alrededor de cenas en su casa.


En esa época aún pensábamos que en España se alcanzaría un estatus digno para los artistas y los profesionales del Arte, que permitiera el desarrollo total de proyectos dignos y comprometidos, sin necesidad de mirar con envidia a través de nuestras fronteras.
Pero por desgracia todo fue un espejismo, Ricardo e Ima tuvieron que abandonar su tierra para poder ganarse la vida con su magnífica formación y trabajo artístico.
¿Cuándo podrán regresar todos nuestros buenos artistas a engrandecer nuestro paupérrimo paisaje cultural plagado de amiguismo político?