Mal uso comercial de Matisse

En mi último viaje cultural a Madrid fui con la intención de disfrutar de Henri Matisse en la Thyssen, pero cuando una entidad con cierto prestigio internacional finaliza el recorrido de una flamante exposición en un cuartucho habilitado como tienda de productos, la mayoría de los cuales a un precio de juzgado de guardia, mal acaba la cosa.

Empieza también mal porque la didáctica de la misma fracasa en el intento de mostrar una evolución en el trabajo del artista y además, la mayoría de las obras expuestas son menores o inacabadas en la extensa producción del artista; tan sólo se salvan unas cuatro, de las que una de ellas es de Cezanne. Una de las mejores de la exposición es

Satyr and Nymph. 1909. Oil on canvas. The Hermitage, St. Petersburg, Russia

Es comprensible la dificultad de mostrar una fase de experimentación infructuosa de un artista, pero considero que se debe de realizar de modo más didáctico (comparativa con otros artistas o estilos) o cronológico.

Matisse intentó un acercamiento de la figuración a la abstracción sin querer renunciar a la forma, el color y la perspectiva, cosa imposible si no se hace con alguna de ellas.