Arco, una vez más...

Una vez más no he acudido a la cita anual de Arco porque no he tenido interés intelectual en las "novedades" o propuestas artísticas que se ofrecen, coincidiendo con la opinión de mi amiga y profesora Maite Beguiristáin, ni clientes compradores para la misma.

Arco debería, y pienso que está comenzando a hacerlo, separarse de la opinión mediática hispana de considerarla la feria por excelencia del Arte Contemporáneo, e imitar a las grandes del extranjero que se centran fundamentalmente en el comercio del Arte; hemos de recordar que los museos deben dedicarse a exhibir Arte y las ferias a su comercialización.

Hay varios puntos de interés en Arco sobre los que debemos reflexionar.

1) Su papel como dinamizadora de las galerías y el coleccionismo nacional, tan faltos de vigor.
Las galerías nacionales han de entender que no deben pretender que Arco realice por ellas la labor de promoción y captación de clientes, quejándose de su cada vez mayor ausencia en Arco, sin recapacitar sobre la función de estas ferias en el mundo basada en la oferta de buenos artistas para compradores mundiales.
Creo que las galerías deberían centrarse más en descubrir artístas de auténtica valía y apostar valientemente por ellos, sin convertirse en meros locales comerciales de alquiler de metro lineal, ofertados al mejor postor.

2) Escaparate del Arte globalizado actual, a través de la mayor participación de galeristas extranjeros. Esta función permite la educación estética de los artístas y coleccionistas nacionales, donde se pueda contrastar su trabajo y gustos, sacando sus propias conclusiones.

3) Incentivar la celebración de ferias de Arte en España con cierto rigor y calidad, como puedan ser ArtFutura, Estampa, o ValenciaArt.

En definitiva, deseo fervientemente acudir a Arco el año que viene, sería señal de que los artistas, el galerismo y coleccionismo se mueven.

Ya os contaré si esto ocurre.